sábado, 13 de marzo de 2010

Tenemos que hablar

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Mi día había comenzado lo más bien. Me desperté y me fui a la cama de mis viejos a ver un rato tv con mi hermana. Nos pusimos a mirar High School Musical 3 que la estaban pasando en el cable, y al rato me aburrí y me viné a la pc. Me puse a hablar con diversas personas y me agarró un ataque de mal humor, ese que crees que no se te va a ir mas. Cuando me agarra el mal humor soy capaz de decir lo mas hiriente a personas que quiero.


Mi plan era hablar con boyfriend para arreglar un par de temitas que habían quedado flotando en el aire y para eso nos íbamos a dirigir a algún bar de por acá. Pero obviamente los planes se desvirtuaron un poco... Todo empezó porque el nene estaba encaprichado con que vaya a su casa. No quería ir, o bueno quizás quería pero no daba. Para explicarme mejor, estamos como en algo que nadie entiende (ni nosotros); es decir, cortamos pero nos seguimos viendo y llamando. Y estaba la mamá en su casa y la verdad es que no quiero pasar por momentos incómodos. Cuestión que estuvimos discutiendo aproximadamente una hora: me gritaba por teléfono, me explicaba las cosas una y otra vez... Me alteré. La verdad es que no tengo ganas de concentrar mis energías en discusiones sin sentido asique decidí no atenderlo y apagué el celular. Después de unos minutos, me llamó (ya mas tranquilo) y por como soy yo le dije que en un rato iba a la casa para hablar del tema pero que me había sacado las ganas de ir a tomar algo. Pasó media hora y decidí ir a su casa. Estaba con su mamá, tal como era sabido, y nos fuimos a hablar. La situación es muy rara y delicada. Yo no sé que hacer, odio este tipo de cosas. A veces siento que las charlas no sirven de nada y que nunca va a entenderme. No sé si será por el tiempo que pasamos juntos (3 años y 4 meses) o hay otra razón. Pero yo así no puedo mas. Y vuelvo a lo mismo: no sé que hacer. ¿Quién me ayuda?

2 comentarios:

Vilma 15 de marzo de 2010, 23:28

Muchas veces creo que las discusiones nunca tienen fin porque uno siempre mantiene un punto de vista y son pocos los que estan dispuestos a aceptar que el otro tiene razon, o a veces hasta a darse cuenta de que uno mismo esta equivocado.
Es cuestion de ser paciente, perder el orgullo y hablar de manera pasiva, y evitar la superioridad. Quien soy para dar consejos, claramente nadie. Pero bueno. Besos y suerte. Relajate.

VILMA

Nati Jota 16 de marzo de 2010, 18:36

Es cuestión de sonreirle a la vida y tener buena voluntad. Y saber qué quiere uno y qué quiere el otro y tratar de conciliar. Buena suerte! Y sí. Seguramente los últimos años sean los más divertidos, pero también los más difíciles en varios aspectos, saber que se termina, académicamente, emocionalmente, etcétera.

Un beso y buena suerte. Cambiamos, esperamos.