jueves, 11 de marzo de 2010

Cosas que pasan (y que no deberían pasar)

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Mi día empezó a las 7.30 am. Desayuné, me cambié y me fui con mi viejo y mi hna a sacarme la cédula. Viajé en colectivo y en subte lo mas tranquila. Después de dos horas, terminé el trámite de la cédula y me dirigí caminando al barrio donde queda la facultad a la que voy. Almorzamos en el Mc felizmente y después acompañé a mi hermana a la parada del colectivo para que volviera a mi casa. Y yo me quedé en la facultad. Mi día universitario corrió normalmente... Me gané una " licuadora" (léase como: mezcla de conceptos para arribar a una conclusión o explicación) en la clase de Introducción al Derecho. Pero sin sobresaltos. El prosefor nos dejó salir a las 17.40 y apenas llegué a la parada pasó el colectivo que milagrosamente estaba casi vacío. Elegí el último asiento, junto a un viejito. Todo indicaba que el viaje iba a seguir sin sobresaltos. Un par de veces el colectivo atinó a quedarse, pero no fue asi (thanks god!). Cuando el colectivo bajó de la autopista, me saqué los auriculares porque me dio miedo. Estaba contenta porque iba a llegar temprano a mi casa. Me suene el celular, era mi papá que me estaba llamando. Lo atendí y le conté un par de cosas de la facultad. De repente el colectivo para en un semáforo (creo) y las puertas, tanto las delanteras como las traseras, estaban abiertas... y siento un rasguño en mi cara y alguien que dijo "hijo de puta!". Un negro de mierda (si, discrimino y si me quieren juzgar, juzguenme) me quiso sacar el celular. Analicemos:
1. El infeliz del negro de mierda no tiene fuerza o sea que ni para arrebatar celulares sirve porque yo una mujer, considerada el sexo débil, sostuve mi celular de manera tal que no pudo sacármelo.
2. En el caso de que me lo hubiera sacado, realmente no me angustiaba. Mi celular como mucho vale $20.
3. En algun momento el infeliz negro de mierda, va a morir arrollado por un colectivo. Uh, que pena! (ironía).
4. No entiendo por qué alguien grita "hijo de puta!", como si al infeliz negro de mierda lo fuera afectar, y mucho menos a escuchar.
5. Pondría una bomba en el puente de Liniers. (SI, DISCRIMINO. SOY RACISTA Y EXTREMISTA Y CREO QUE ESA ES LA ÚNICA SOLUCIÓN).
Cualquier persona que me conozca al menos un poco, hubiera creido que mi reacción fue gritar o algo parecido. Nada que ver. El señor que estaba al lado mío me preguntó si estaba bien, a lo que contesté que si y le pregunté si tenía alguna marca en mi cara. Solo tengo como un rasguño. Después, otro señor me dio alcohol en gel para que me pase por la lastimadura, porque es muy probable que el negro de mierda tenga alguna enfermedad horrible o tocó cosas que no quiero ni imaginar, y realmente no me quiero contagiar de nada. Tenía demasiada paz encima como para hacerme demasiado problema. Y si, son cosas que pasan y que no deberían pasar... Son consecuencias de vivir en la Argentina.

2 comentarios:

gabi 11 de marzo de 2010, 23:59

Totalmente de acuerdo con tu punto 5. Estos días tuve (y mañana tengo) que ir para Liniers, y la verdad es que bajarme del colectivo en la estación y tener que esperar otro colectivo enfrente de la misma, no me causa ninguna simpatía.
En fin.
Beso!

Coffee's for closers 12 de marzo de 2010, 15:08

Antes que nada, LA LICUADORA DE MARIO. Me gané tantas de esas, como extraño el San Miguel.
Liniers me da alergia, mi novio vie en Caballito y cada vez que el colectivo para ahí me dan escalofríos y ruego porque Ramos llegue lo antes posible. Es triste, pero así es. Y eso me hace mala persona, lo admito a toda honra.
De todas maneras, que bueno que el imbécil no haya logrado su objetivo y estés bien, me alegro por eso.
Nos hablamos Pau, besote :)